Este fin de semana ha sido especialmente triste, las muertes por esperadas no duelen menos y ésta por desgracia lo era desde hacía unos meses. El viernes nos dejaba un magnífico médico y cirujano muy relacionado desde siempre con nuestra enfermedad, pero sobre todo nos dejaba una persona extraordinaria y única.
Yo lo conocí como médico y acabó siendo como un padre, como la pérdida de un padre lo siento y así lo recordaré siempre.
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